sábado, 4 de diciembre de 2010

Política catalana: El desprecio a su propia música

Ricardo Sánchez. En estos tiempos difíciles para la música tradicional, y para todo tipo de tradiciones en general, cabe esperar que sean aquellas personas o instituciones que más se identifican con su propia cultura quienes traten de rescatar del olvido todo ese patrimonio cultural que parece condenado a perecer en el baúl del tiempo olvidado. Desde luego, es difícil que la población que dedica buena parte de su tiempo de ocio a ver esos programas de televisión carentes de cualquier interés -la mayoría, por cierto-, sea la encargada de sacar a flote las antiguas tradiciones.

Por ello, uno puede pensar que los héroes de esta ardua tarea deben ser aquellos que dicen querer de verdad a su tierra y a su cultura, a su país, en definitiva. Aquellos que hablan de su propia identidad, lo deben hacer en clave pretérita, ya que las características diferenciadoras de una cultura respecto a otra, vienen de antaño: de sus costumbres, de sus tradiciones.

Así, inspirado por las recientes elecciones catalanas, se me ocurrió darme un paseo cibernético por las páginas de algunas de las principales formaciones políticas nacionalistas de esta comunidad, esperando que los fondos musicales de estos portales, o de sus vídeos promocionales, me permitieran disfrutar de elementos tradicionales catalanes. Sin duda -pensé-, estos partidos políticos, tan amantes de su tierra, han de ser grandes conocedores y defensores de su propia música, y seguro que la usarán en lugar de esas bazofias sonoras extranjeras que nos invaden por tierra, mar y aire. Hablo sólo de la música, por ser, ésta, una revista de música; y, de Cataluña, por la cercanía con el acontecimento democrático, pero, seguro, todo esto es extensible a otras ramas de la cultura y a otras zonas geográficas.

Como el lector puede suponer, la decepción fue total: NI RASTRO DE MÚSICA CATALANA. Todo, música (por llamarla de alguna manera) de origen anglosajón-estadounidense, excepto un solo caso, en el que usan ópera italiana.

Es decir: los políticos catalanes nacionalistas prescinden de su propia música. Puede ser por varias razones:

-No les gusta.
-No saben que existe.
-Creen que no sirve para sus propósitos.

Yo supongo que los votantes nacionalistas catalanes, deben disfrutar y emocionarse mucho más viendo un vídeo de su político nacionalista preferido con el sonido de una gralla de fondo que no con el de una guitarra eléctrica. Vamos, o así debería ser.

Esta es una de tantas maneras de defender la propia y reivindicada cultura.